lunes, 1 de febrero de 2010

Kuwait estratégico V

El futuro


¿Cuál es el futuro de Kuwait? Virginia Sandrock contesta con contundencia: “En términos generales, los países del Golfo van a adquirir una tremenda importancia y están reformando su política. La mayor parte de su población está por debajo de los 25 años…”
Lo importante es que son países jóvenes, ricos, con ganas de alcanzar un futuro diferente. Están dispuestos a invertir los grandes recursos que la naturaleza les ha regalado para transformarse y dar al mundo una idea distinta de sí mismos, más allá del petróleo y los tópicos.

domingo, 31 de enero de 2010

Kuwait estratégico IV

Kuwait estratégico


Todos los expertos consultados para escribir este artículo coinciden en que Kuwait es importante en el mundo por un solo aspecto: el petróleo. No es poco. “Por eso ha reinvertido mucho de sus ingresos de petróleo en países del extranjero –dice Paul Halloran-. Esto es una medida inteligente y prudente por cuanto el petróleo un día se acabará.”
El profesor Faruk Abu-Chacra, de la Universidad de Helsinki insiste mucho en que los kuwaitíes tienen que empezar a invertir en sí mismos, en su propio país. Pero Kuwait es un país extremadamente rico en petróleo que carece de otros recursos. Antiguamente, era rico en pesca y perlas, por ejemplo, pero la pesca ya no significa lo que significaba antes en su economía. Como otros países de la zona, era un país de comerciantes. Ahora es un país de hombres de negocios y de gente venida de todo el mundo, especialmente de los países colindantes: indios, yemeníes, pakistaníes… para explotar el petróleo y lo que el petróleo genera a su alrededor.
Kuwait está muy cerca de Arabia Saudí, y ya sabemos que su relación no es completamente buena, aunque se parezcan tanto. “Kuwait y Arabia Saudí son diferentes de la mayoría de otros países árabes por su postura de ser islamistas –nos dice Paul Halloran-; su petróleo les preserva del shock financiero y subsidia la pereza de su propia gente. En poco tiempo no tienen que trabajar; por eso la mayoría de los trabajadores son extranjeros.”
¿Pereza? En Kuwait los nacionales, que deben demostrar que son kuwaitíes desde 1920, tienen pagada la casa, el gas y la electricidad. Hay que tener un temple muy bien formado para seguir trabajando en esas condiciones, pero los kuwaitíes que yo vi durante mi viaje eran dinámicos y trabajadores. Se han dado cuenta de que para estar al nivel que quieren ostentar en el mundo, tienen que invertir su tesoro, el petróleo, en tecnología y negocios por todo el mundo. Kuwait quiere ser un centro financiero, como demuestran las grandes torres que se están construyendo. Kuwait sigue siendo un país en formación, que ya sabe lo que quiere ser y que quiere alcanzarlo, más allá del petróleo.

sábado, 30 de enero de 2010

Kuwait estratégico III

Kuwait


Kuwait es complejo, como cualquier país, aunque sea muy pequeño. Se encuentra al final del Golfo Pérsico, donde forma una especie de vértice de un triángulo. Tiene dos millones y medio de habitantes, de los cuales el 40 % son kuwaitíes y el resto de otros países. Casi toda la población vive en la Ciudad de Kuwait, pero hay otros lugares en los alrededores; el resto del país es desierto. El petróleo crece en la confluencia con Irak y Arabia Saudí. Kuwait es uno de los mayores productores de petróleo del mundo.
Ya en el aeropuerto se puede ver la estratificación de la sociedad, parecida en el fondo a la que tenemos en España, aunque con matices. En el aeropuerto, los mozos son casi todos indios, y van vestidos con un uniforme azul, con gorro incluido. El que me tocó a mí era de Blangadesh. Cuando fui a montarme en el coche, en el aeropuerto, le fui a dar una propina y le di algo más de dos euros. Se me indignó profundamente. Están acostumbrados a viajeros muy ricos, y mis monedas le parecieron una miseria. “Paper, paper”, me dijo, “papel, papel, billetes…” Recomiendo, en Kuwait, en cualquier sitio, dar propinas generosas o no dar nada. Si no das nada, les resulta indiferente, al menos en apariencia, pero si das poco, no te lo perdonan.
Primavera es una época muy buena para visitar Kuwait, con temperaturas bastante templadas para los sentidos occidentales. Por la mañana hace calor, más de treinta grados, y por la noche la temperatura es verdaderamente agradable.
El mar se puede contemplar muy bien desde las Torres de Kuwait, dos torres prácticamente gemelas, con dos bolas enormes, una llena de agua dulce que abastece a la ciudad, y otra llena de alimento. En una torre, en lo alto, hay una cafetería, y en la otra un restaurante. En la cafetería uno puede dejarse llevar por un suelo deslizante que va dando vueltas en torno a la torre, con lo que se contempla la ciudad y el mar.
Uno de los descubrimientos que hice ante el Golfo Pérsico, fue que el mar huele igual en todas partes. O en todas partes que yo conozco; huele igual en Nueva York, en el Pacífico de Chile, en las Rías Altas gallegas, en el Golfo Pérsico… Éste debería ser un buen punto de arranque para la concordia entre los pueblos. Debería ser el mar un símbolo que nos uniera.

viernes, 29 de enero de 2010

Kuwait estratégico II

Kuwait, Qatar, Dubai

Es curioso cómo emiratos como Qatar y Dubai son más conocidos en el mundo que Kuwait, siendo Kuwait muy rico en petróleo y habiendo protagonizado –como víctima- un conflicto tan famoso como la primera guerra del Golfo.
Christopher Dickey, director de la revista Newsweek en Oriente Medio, nos da algunas respuestas para entender este fenómeno: “Una razón muy simple para explicar que Qatar y Dubai sean más conocidos que Kuwait, es que gastan masivas cantidades de dinero en publicitarse como destinos de negocio y, en el caso de Dubai, de placer. Si uno mira atrás unos cuantos años, verá que Dubai tiene que hacer esto para sobrevivir, teniendo en cuenta que sus reservas de hidrocarburos son muy limitadas.” Dubai ha llegado a abrir ramas del Museo del Louvre y del Guggenheim, lo que ha provocado celos en la zona.
El director de Newsweek en la región de Oriente Medio, analiza la popularidad de Qatar: “Este emirato también es extremadamente rico, gracias al gas natural, pero está intentando promocionarse como centro educacional y médico tanto como centro cultural. Estos tres emiratos, Kuwait, Qatar y Dubai, tienen buenos aeropuertos, especialmente Qatar y Dubai, que se están volviendo más grandes y mejores. Esto nos sirve como un indicador de las actitudes del gobierno hacia una apertura global.”
Paul Halloran, director y editor de revistas como Baltic Business Review y Russian Business Review, nos da algunas claves más de por dónde va esta zona del mundo: “Los Emiratos están diversificándose en el turismo y la alta tecnología con duty free para las zonas de comercio. Incluso en Yemen, que es un país muy tradicional, están intentando desarrollar el turismo, curiosamente sin la ayuda de Kuwait.”

jueves, 28 de enero de 2010

Kuwait estratégico

Viajé dos veces a Kuwait por gentileza de la Embajada Kuwaití en España. Creí estar en otro mundo, un mundo completamente nuevo, distinto, con otra forma de ver la vida y de hacer las cosas, aunque Kuwait, como otros países del Oriente musulmán, hayan adoptado muchas de nuestras costumbres, nuestra forma de funcionar. Pero sus costumbres más profundas las conservan celosamente. Es curioso cómo han adaptado lo nuevo, lo nuestro, a lo suyo, lo de siempre, para que ambas cosas funcionen. Otra cosa es que no tengan sus problemas y que deban evolucionar, y lo saben. Nosotros también debemos evolucionar.
Escribí dos artículos sobre Kuwait, uno para “Expansión” y otro para “Diplomacia”. Éste es el segundo de ellos. Me faltó poco para hacer un libro sobre los países del Golfo, los países del petróleo, en inglés, pero no lo hice. El futuro es largo y aún tengo que viajar, ver y escribir mucho sobre estos países.


Kuwait estratégico


De Kuwait los españoles sabemos muy poco. Sabemos que es un emirato del Golfo Pérsico, que se encuentra colindante a Irak y que sufrió en 1991 la invasión de las tropas de Sadam Hussein. Sabemos que es muy rico en petróleo… y poco más.
En este artículo vamos a conocerlo un poco mejor de la mano de un puñado de expertos en Oriente Medio. Vamos a saber por qué Kuwait es considerado un país estratégico y cuáles pueden ser las claves de su futuro.
En marzo asistí en Kuwait a un Seminario de Periodismo con el tema central del “Papel de los medios de comunicación en el diálogo entre Occidente y el Mundo Árabe”. Me parece interesante intercalar algunas notas de mi viaje a Kuwait, mis observaciones, con las opiniones de grandes expertos internacionales sobre el presente y el futuro de Kuwait.


Pisar Oriente Medio


Virginie Sandrock, experta francesa en relaciones internaciones y socia directora de VM Consulting, nos explica la importancia estratégica de Kuwait: “Kuwait se encuentra entre tres gigantes de la región: Irak, en guerra, Irán –problema chiíta-, y Arabia Saudí, su enemigo tradicional en el Golfo Pérsico. Es un pequeñísimo país, lo que significa un ejército muy pequeño, pero con muy buena economía, gracias a los ingresos por el petróleo. Recordemos que, entre los países del golfo, Kuwait tiene los mayores ingresos de hidrocarburo por persona después de Qatar.”
Para Virginie Sandrock la situación en la región, a grandes rasgos, es la siguiente: “Irak invadió Kuwait para tener acceso al Golfo Pérsico, y Arabia Saudí y Kuwait no son realmente muy amigos. Son muy similares, pero muy diferentes. También está la cuestión, como en todas partes en el Golfo, de las minorías chiítas, detrás de la cual, entre líneas, está la relación con Irán, y los trabajadores extranjeros que vienen de Filipinas.”

miércoles, 27 de enero de 2010

Entrevista con el Dr. Jerónimo Sáiz, psiquiatra

Jerónimo Sáiz

Psiquiatra y catedrático de Universidad


“Tenemos tasas de curación comparables a cualquier especialidad”



La corbata llamativa, la barba perfilada y el cabello, entrecano, de raya perfecta. El Dr. Jerónimo Sáiz es catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Henares, y jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal.
Está considerado el máximo especialista en España del trastorno bipolar, la “enfermedad de las emociones”. Autor de numerosos libros y artículos, heredero de médicos clásicos como López Ibor, el Dr. Sáiz también es un gran experto en otras cuestiones, como la ludopatía, la ansiedad y el pánico.
Afirma que la psiquiatría “tiene tasas de posibilidades de tratamiento y de curación en todo comparables a las de cualquier otra especialidad médica”.


-¿Por qué las enfermedades mentales tienen tan mala prensa?
-Es verdad. Uno de los problemas con los que nos tenemos que enfrentar los psiquiatras, los enfermos y sus familias, es el estigma de la enfermedad mental: el prejuicio social. Explicarlo no es fácil, pero probablemente la locura encierra uno de los temores básicos de la existencia humana: la desaparición.
-Hay muchos tipos de desaparición.
-Se puede desaparecer a través de la muerte, la desaparición física, pero si uno pierde la razón también desaparece. Y esto genera angustia y rechazo. Uno parece que se aleja del problema si no lo toca, si no lo ve, si no lo admite. Por otra parte, hay una serie de mitos rodeando a la enfermedad mental, como son que el enfermo mental es incurable, que es impredecible, que es peligroso…
-¿Por qué aparecen estos mitos?
-Son arquetipos que están en nuestra cultura, se adquieren por la educación y luego son muy difíciles de modificar. Son actitudes internas, y se expresan muchas veces aunque la razón diga lo contrario.
-Puede poner un ejemplo.
-Sí, por ejemplo entre los psiquiatras, que han estudiado cómo es la enfermedad mental y tienen conocimiento objetivo. Si tú les preguntas te dirán que la enfermedad mental es muy parecida a cualquier otra enfermedad, en cuanto a pronóstico, tratamiento, etc. Pero sin embargo si se enfrentan de una manera directa a ella; por ejemplo, si un hijo o una hija suya tiene un novio o novia que padece una enfermedad mental, entonces su conducta no va a ser tan racional.
-Eso es muy serio.
-Es algo parecido a lo que puede ocurrir con el racismo, y de ahí viene la discriminación, la exclusión, el rechazo de la sociedad. También el tratamiento que los medios de comunicación hacen muchas veces del enfermo mental y la enfermedad mental ayuda poco. Nosotros nos sentimos muy insatisfechos con eso.
-¿Por qué?
-Cuando sucede una desgracia: un enfermo mal tratado o que no ha sido detectado, comete un delito, con características muy llamativas, muchas veces sin historia y sin lógica: una persona mata a tres desconocidos… Eso genera unos titulares en los periódicos tremendos, y hace mucho daño a otros enfermos y no justifica la realidad de que los enfermos mentales en términos generales tengan ese peligro. Hay una batalla en la psiquiatría por mejorar esa percepción del enfermo mental.
-Uno de los mitos es que es incurable, pero usted ha curado a muchos. ¿Qué se siente al curar a uno?
-Mucha satisfacción, sobre todo en algunas enfermedades que tienen su comienzo en la adolescencia o primera juventud. Si la enfermedad no ha sido bien tratada, o ha tenido una evolución negativa, estas personas quedan muy fuera de juego: hablo de que no hayan podido terminar sus estudios, o encontrar un trabajo como es debido.
-¿Qué ocurre cuando uno de sus pacientes se cura?
-Cuando esto se controla, cuando las personas mejoran, vemos cómo recuperan todo ese tiempo perdido, y se instalan en una vida en la que hay muchos más elementos de satisfacción para ellos y para los demás. Pero también da satisfacción curar otras enfermedades, muy invalidantes.
-¿Por qué se especializó en psiquiatría?
-Es difícil muchas veces el saber por qué. Yo soy de una familia de médicos: mi padre y mi abuelo eran médicos. Con especialidades muy diferentes: mi abuelo era ginecólogo y mi padre era odontólogo, dentista. Tanto una cosa como otra tuve claro desde el principio que no iba a hacerlas. Y otro aspecto que me influyó bastante es que yo soy bastante torpe en las actividades manuales, pero he sido bueno para todo lo conceptual. Creo que desde muy pronto en la carrera, quizá desde segundo año, decidí que iba a ser psiquiatra.
-Muchas veces elegimos por eliminación.
-Sí, psiquiatría en aquella época, hace más de treinta años, era bastante diferente del resto de las especialidades médicas. Ahora afortunadamente se ha hecho más afín, y estamos en mejor situación. Pero realmente es muy distinta.
-Usted es especialista en el trastorno bipolar. ¿Cómo lo explicaría a un público amplio?
-El trastorno bipolar es una enfermedad en la que se produce una alteración de la regulación del estado de ánimo. Esta alteración provoca que aparezcan episodios tanto de un ánimo exaltado, eufórico, desinhibido, episodios que se llaman de manía, o de hipomanía, y eso se alterna, o se mezcla, con episodios de lo contrario, de un descenso del ánimo, es decir, de una depresión.
-¿Esta alternancia es continua?
-Sí, estas alternativas van sucediéndose a lo largo de la vida, configurando un trastorno que antes se llamaba psicosis maníaco depresiva, por la aparición de estos dos tipos de trastornos, y que ahora se llama trastorno bipolar, aludiendo a la bipolaridad positiva y negativa del ánimo en estos enfermos.
-Este trastorno se ha visto en muchas artistas, como Lord Byron o Rosalía de Castro, o políticos como Churchill…
-No está tan claro. Juan Antonio Vallejo Nájera, psiquiatra y artista desgraciadamente desaparecido, publicó un libro que era continuación de otro libro que había escrito su padre, "Locos egregios", y en él analizaba este tema. La conclusión suya, a la que me añado, es que la enfermedad no añade creatividad o un plus de mejor producción a los artistas, sino que el que tiene dotes las expresa.
-Pero algunos de ellos producían más en ciertas fases.
-A lo mejor la enfermedad en sus épocas de actividad eufórica podría aparentar que es más productiva, pero no está tan claro. Algunas de las personas que ha citado antes tenía más bien una forma menor del trastorno bipolar que se llama ciclotimia, y que no llega a ser una enfermedad, sino una forma de ser, una personalidad.
-¿Qué es la ciclotimia?
-Es como un trastorno bipolar atenuado. Son personas que por temperamento tienen tendencia a que su ánimo oscile, pero dentro de unas variaciones digamos normales. No tiene rango de enfermedad. Son personas que pueden tener un carácter festivo, con velocidad de pensamiento, con euforia dentro de un orden. Y al mismo tiempo puede coexistir en que se ven más desfondados, desilusionados, apáticos. Sería como la expresión menor de la enfermedad sin llegar a ser enfermedad.
-Sé que da conferencias con Raúl del Pozo sobre ludopatía. ¿Cómo son?
-Hemos coincidido una vez en una mesa redonda en la que teníamos dos intervenciones con enfoques diferentes: yo hablaba de la ludopatía como enfermedad, y Raúl como experiencia, como posibilidad dentro de la vida. Él ha escrito una novela excelente sobre la ludopatía, "Noche de tahúres", y además es un brillante orador. Resultó muy interesante.
-¿Cómo se conjugan esos dos puntos de vista?
-Yo creo que muchas de las cosas que Raúl contaba estaban dentro de la descripción de la enfermedad. El juego no sólo es una conducta que puede hacerse adictiva, sino que también, dentro de un uso moderado y normal, puede hacerse agradable para la mayoría de la gente y no supone mayor riesgo. Lo que pasa es que el juego de azar, con apuestas y en metálico tiene esa capacidad adictiva.
-Se dice mucho que nuestra sociedad está enferma…
-Es una concepción sociológica, más que médica. Nosotros valoramos un sector en un contexto social y familiar protector, con cohesión, que funciona en torno a una idea, autodirigido, con sentimientos de solidaridad, de pertenencia a un grupo y con una comunicación fluida…
-Y estamos perdiendo todo eso.
-En ese sentido sí que se puede decir que nuestra sociedad está enfermando. No hay más que ver a los adolescentes actuales.




Asociación de ideas


Inteligencia: Capacidad de adaptación

Napoleón: Epiléptico

Pedro J. Ramírez: Personaje

Terrorismo: Lacra

Hemingway: Autodestrucción

Julio César: Emperador

Sangre: Mareo

Don Quijote: Loco genial

Suicidio: Camino que no lleva a ningún lado

Premio Nobel: Icono cultural

Curación: Horizonte

Hitler: Locura

Diagnóstico: Etiqueta

Ciencia: Conocimiento

José Saramago: Gran escritor
Entrevista publicada en "Generación XXI".

martes, 26 de enero de 2010

De escritores, héroes y papas

Hace algo más de dos años hice un reportaje sobre el libro de José Catalán Deus, "El príncipe del Renacimiento". Me fijé en ese libro porque estaba escribiendo una novela sobre Fernando el Católico, y los Borgia son importantes para entender a Fernando el Católico.
Lo que más buscaba leyendo la biografía de José Catalán Deus sobre César Borgia, era indagar un poco en "El Príncipe" de Maquiavelo, hasta qué punto se había inspirado para escribirlo en César Borgia o en Fernando el Católico, pues de los dos se dice lo mismo. Llegué a la conclusión, leyendo "El Príncipe", de que esas características del perfecto gobernante coincidían punto por punto con Fernando el Católico, aunque éste no quería que lo temieran sino que lo amaran para que lo sirvieran mejor. Había puesto su ambición al servicio de España y sólo quería movilizar los mejores recursos para lograr que España subiera y avanzara. En todo esto llegué a la conclusión de que Fernando era muy ambicioso y muy simpático, porque tenía el don de ganarse a la gente. Era también muy inteligente, muy mujeriego y estaba también, aunque resulte difícil entenderlo para algunos, muy enamorado de su mujer. Yo creo que la admiraba enormemente, que se admiraban mutuamente.
César, en cambio, por lo que sabía de él, me pareció un bluff: iba para papa y estaba obsesionado con la gloria militar, lo cual es muy comprensible. Una vez leí en una novela de Antonio Prieto, uno de mis maestros, "Una y todas las guerras", que nada admiraba tanto a una mujer como ver a su amado empuñando una espada. Cervantes valoraba más las cicatrices de Lepanto que todas sus obras literarias.
Pero José Catalán Deus ofrece un retrato de César Borgia que me sedujo, muy positivo, tratando a Borgia como un maltratado de la Historia, un hombre que sufre una especie de maldición.
Quedé con Catalán Deus en Madrid una mañana, entre el verano y el otoño: nos intercambiamos libros y me regaló una biografía suya de Rodrigo Borgia, padre de César, al que yo veo muy similar a Fernando el Católico. ¿Más implacable?
Recientemente Catalán Deus ha sacado otro libro. Éste es sobre el Papa Ratzinger, Benedicto XVI, sobre el presente, el pasado y el futuro de la iglesia. Se titula Después de Ratzinger, ¿qué?, y está publicado por la editorial Península. Catalán Deus, Jose, se define como un “observador” de la Iglesia y ha hecho un libro muy cuidado, en el que demuestra un gran conocimiento sobre el Papa, la Iglesia y los problemas más inmediatos, que son también los más futuribles, de este Papa estudioso, sabio, más preocupado en la conservación de la nave de Pedro que de los cambios que muchos le solicitan. Todo llegará.


Artículo publicado ayer en "El Norte de Castilla".