domingo, 18 de octubre de 2009

Crítica de cine

Es indispensable que nos guste el cine, y yo diría que es indispensable que nos apasione el cine.
El problema de cuando nos apasiona algo es que quizá nos guste todo de ese algo. A mí me ocurría esto con la crítica de cine: me gustaba tanto el cine que me gustaban todas las películas que veía. Sin embargo, esto tenía un motivo: yo elegía películas que me apetecía ver, que sabía que me iban a gustar.
Lo que no se debe hacer es criticar por criticar. Un subdirector de una revista literaria me recomendó una vez que hiciera críticas negativas, por lo menos en algún aspecto, que me iban a respetar más. Ahora que veo aquello con alguna perspectiva puedo decir que no estoy de acuerdo. Cualquier obra, película, escritor… es criticable. A todo se le pueden poner pegas, pero yo siempre he pensado que un crítico lo que tiene que conseguir es que la gente lea, o vaya al cine. Por supuesto, si el libro o la película que nos ha tocado criticar es infumable, hay que decirlo de algún modo, pero cuidando las formas. No olvidéis la máxima de respeto y que un escritor o un director de cine, por el mero hecho de haber escrito un libro o realizado una película ya está por encima de un crítico que jamás haya hecho algo semejante. Y no me vale la defensa de alguno que diga: “Para hacer algo malo no lo hago.”
De todos modos, pensando en aquel consejo del subdirector, con el tiempo, pienso ahora que hay que huir de lo políticamente correcto, y que se deben decir las deficiencias de una película, siempre aspirando a ser lo más justos posible y midiendo nuestras palabras.
Un crítico, de una publicación más o menos grande, es, lo quiera o no, un juez. Tiene una gran responsabilidad, aunque sólo sea porque hay personas, más o menos, que le van a hacer caso. El respeto es una buena estrella para el crítico. Respeto, profesionalidad. El crítico sirve a los lectores, no a los productores, ni a los directores ni a los actores.
El crítico sirve a los lectores y al arte, en este caso el cine. Pero que no deje de pensar en sí mismo al escribir sus críticas. Tratamos mejor a los demás cuando nos conocemos mejor, nuestras limitaciones y virtudes.
Un crítico nunca puede utilizar la crítica para curar frustraciones o alimentar fobias.
Eso sí, se puede coger la pluma para defender aquello en lo que más creemos.
“Para hacer algo malo no lo hago”. Esto se lo he oído decir a algún crítico que se niega a hacer ningún libro, y en cambio escribe críticas furibundas. Nunca haremos nada bueno si no lo intentamos, y si algo fracasa, ese algo puede ser la puerta de un gran éxito.
Por supuesto en este tema es muy importante el prestigio del crítico. Si eres un desconocido no te van a admitir críticas furibundas; hay que ganarse el privilegio de decir “las verdades del barquero”, pero ojo, teniendo muy en cuenta que nuestra verdad no es la verdad universal. El terreno de los libros, o de las películas, en todo arte, es muy subjetivo e insisto, conviene ser prudente.
A mayor dominio, mayor prudencia. La seguridad es compatible con la prudencia.
Vuelvo a repetir el consejo que di cuando escribí sobre la crítica literaria: procurad hacer críticas de películas que os gusten, matizad bien vuestros juicios negativos.
¿Con qué credibilidad puede juzgar un hombre, pongamos, de treinta años, con una carrerita de Letras, o de Cine, da igual, a todo un Steven Spielberg? Aunque no te haya gustado la película, hay muchas maneras de decirlo. El director de una película, al igual que el escritor, merece un respeto muy grande sólo por hacer una película o escribir un libro.
Las críticas cinematográficas se pueden enfocar desde dos grandes puntos de vista:
-Desde el punto de vista formal.
-Desde el punto de vista del fondo, del contenido.
Las dos pueden ser difíciles y exigentes, y ambas requieren un gran conocimiento. Quizá la más complicada sea la formal, porque exige dominar una terminología cinematográfica sólo al alcance de los más expertos. Pero una vez que se tiene esa terminología no es tan difícil.
La crítica sobre el contenido compara esa película con otras, analiza la historia, valora el trabajo de los actores, busca la trascendencia, la metafísica de la película, implicaciones políticas... compara con otras películas, busca influencias literarias… incluso, si nos podemos permitir el lujo, podemos relacionarla con nuestras propias experiencias. A mí me interesa más este tipo de crítica y creo que va dirigida a un público más amplio. Tal vez en una revista especializada tenga más interés la crítica desde un punto de vista más formal, pero en un periódico o en suplemento considero que tiene más sentido la otra.
Sin embargo, el que tenga conocimientos técnicos, debe utilizarlo, mejor en clave ligera, alternándolos con los conocimientos de “fondo”. Si alguien sabe comentar los aspectos formales y no formales de una película, tendrá una crítica muy completa y valiosa.
¿Por qué digo que el comentario del fondo me parece más adecuado a un público más amplio? Todos comprendemos y nos emocionamos con las historias, los personajes y sabemos cuándo un actor es bueno o malo, y nos puede gustar mucho que nos abran los ojos hacia la significación política de una película, por ejemplo, pero pocos alcanzan la estructura, los pormenores técnicos de la realización cinematográfica.
Por supuesto, si se pueden juntar las dos cosas, estupendo.


Una crítica cinematográfica puede estructurarse de la misma manera que la de un libro, pero en este caso esa estructura puede quedar un poco académica. La crítica que se hace en suplementos y revistas suele ser más libre, y en cierto modo más literaria. Los suplementos son lugares especializados, y en ellos se puede profundizar más, ser más eruditos… En un periódico hay que contar con que nos va a leer un público más amplio.
Muchos críticos dan rienda suelta a sus filias y a sus fobias, y, lo que es peor, a sus manías. Esto puede enriquecer a las críticas, porque a los lectores les gusta leer a una persona, siempre que le guste su estilo y su personalidad. A críticos novatos yo les recomiendo, como en el caso de libros, prudencia y modestia.
Un ejemplo de lo que acabo de decir son las críticas de Carlos Boyero. El mayor atractivo de Carlos Boyero es su personalidad iconoclasta, irreverente y a veces maleducada. Sin contar con toda su cultura cinematográfica, su oficio, su originalidad, etc.
En este punto de la personalidad del crítico, la subjetividad, incluso las manías… hay que pensar que la crítica es un subgénero del ensayo, y que éste hace bandera de subjetividad. Uno de los ingredientes de un buen ensayo es la subjetividad. En el fondo una crítica sobre un libro o una película es un pequeño ensayo, en la que una persona diserta sobre una obra, profundizando en ella, reflexionando y proponiendo a los lectores, de forma más o menos explícita, que lean o no lean el libro, o vean o no vean la película.
Pero subjetividad sólida, razonada, argumentada. El crítico de cine, salvo excepciones, debe demostrar que es un experto en cine. Buscamos en el crítico algo más que ese amigo o amiga que nos da su opinión sobre una película. Buscamos una guía para no equivocarnos, para acertar, para ir a ver una “buena película”, o la película que queremos ver.

-Preparación elemental para la crítica de cine:

Todos hemos visto muchas películas. Vivimos en la época de lo audiovisual, pero esto no basta para hacer crítica de cine. Para empezar, como en el caso de los libros, necesitamos una cultura bastante sólida que se construye con los años, que se va construyendo –no os abandonéis-. Es una cultura general, humanística, digamos, pero también particular, sobre cine. Si os interesa hacer crítica de cine os recomiendo que empecéis a leer libros sobre cine; vuestras críticas serán mucho más sólidas, y vuestros lectores os agradecerán el rigor.
Sin embargo, si sabéis escribir bien, con esa cultura cinematográfica de tantas películas como habéis visto, podéis hacer críticas diferentes, sentidas, impresionistas quizá, más subjetivas. No hay que desdeñar este tipo de crítica, porque además no se da mucho en la prensa, y el lector agradece la variedad de enfoques.
Además, tenemos el apoyo de los documentos, libros, revistas e Internet, que bien utilizada nos puede ayudar mucho.
Se puede construir una crítica de cine como una columna periodística, sin perder de vista nunca la película, es decir, teniendo claro, que el tema es la película, pero relacionándolo con muchas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario