domingo, 11 de octubre de 2009

Entre la niebla

Tengo la piel en llamas. He salido de casa para caminar, para olvidarte mientras te busco, perdida en aquellas últimas palabras que me dijiste.
La ciudad está turbia. Siempre me agobió la ciudad, pero tú me la hacías amable. Añoro el abrazo que te di el primer día, tu desconsuelo cuando me dijiste que no podrías nunca amarme. Ya me amabas entonces, pero no podías seguir. El amor no es de este mundo, te dije, y tú eres de este mundo.
No te encontraré nunca. Te perdí. Pero siempre aparecerás entre la niebla, enseñándome el sol, tomándote un helado, fotografiada en mi quiosco favorito.


E.M.R.

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