Vacía tu ambición. Concentra tu mirada en lo que eres, en la satisfacción de desarrollar lo que eres. El mundo te contiene, para algo has nacido, escribe tu camino día a día, solo y con los demás.
Qué afortunado eres que en medio de los vaivenes de la vida te puedes llamar feliz.
domingo, 13 de septiembre de 2009
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