viernes, 1 de enero de 2010

Petición de Año Nuevo

Me he quedado solo en casa. Mientras me daba un baño, el primero en varios días y el primero también del año, mi familia se ha debido de ir a misa. Pero yo también he estado rezando. Este verano hice un viaje con mi hermano José Manuel por el Norte de España: fui a la Rioja y luego a Santander, y desde allí por Cantabria y Asturias hasta Galicia, donde suelo veranear. Paré en Covadonga, donde estuve siendo muy niño, cuando tenía unos cinco años, y casi pierdo el dedo pulgar de la mano derecha, debía de ser la derecha. Me salvó que el maletero del 131 de mi padre cerraba mal por un pequeño accidente que tuvimos meses atrás. Si mi padre hubiera arreglado el maletero yo me habría quedado sin pulgar, porque estábamos en la explanada que hay al lado del Hotel Don Pelayo, al lado de la estatua del rey, sacando las maletas y mi padre cerró el maletero con energía. Sentí un dolor terrible que todavía recuerdo.
Volví a Covadonga, feliz, extasiado por el agua y los lagos. Subí, como todos suben cuando van allí, a ver a la Virgen y a rezar -los habrá que no recen-. Di gracias por el viaje tan magnífico que estábamos teniendo y por todo lo que quedaba atrás. Hice una petición a la Virgen de Covadonga que ahora, hoy, día de Año Nuevo, hago a Dios:
Salud para mi familia, unidad para España y paz para el mundo.
Jesús dijo: "Pedid y se os dará." Por pedir que no quede. Pidamos y pongamos las bases, los medios, las herramientas, el trabajo, para que nuestras peticiones se realicen. Pidamos y hagamos.

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