viernes, 24 de julio de 2009

Antes del viaje

Antes del viaje piensa en lo que dejas atrás y en lo que te vas a encontrar. Imagina todo aquello que te espera, piensa por qué lo buscas y qué bien te va a hacer a ti y a la gente que te rodea. Piensa qué beneficio le puedes sacar al viaje, y no pienses sólo en lo pequeño, piensa en lo grande.
Antes del viaje piensa en la suerte que tienes de poder hacerlo; muchos no podrían, por muchas razones. Si es un viaje muy arriesgado, piensa que hay gente que no se aventuraría en él porque son menos valientes o curiosos que tú.
Piensa en todo lo que da el viaje, cualquier viaje, y procura que el tuyo te lo dé a ti.
Antes del viaje busca y ordena todas tus cosas, lo que necesitas. Dedica un tiempo a pensar en lo que se te ha podido olvidar. Pero no lleves muchas cosas, objetos que se pueden comprar en cualquier parte. Lo importante es que te lleves a ti, tu voluntad y dinero. Y aún esto no es lo más importante: muchos viajeros se han recorrido medio mundo sin apenas dinero.
Ten la mente abierta. Puedes hacer lo que quieras, por supuesto, pero es bueno prepararse un poco, leer, inquietarse ante lo que uno va a buscar para poder encontrarlo. Pero no seas un geómetra del viaje; deja la puerta abierta a la sorpresa, a la pequeña aventura, al camino. El camino nos enseña el destino, y para llegar a donde queremos llegar al fin no hacen falta planes ni mapas. Es demasiado fácil para eso.
Disfruta del mar y de la montaña, de las maravillas artísticas, pero presta mucha atención a la gente. La gente es diferente en cada sitio y nos está enseñando siempre. Un hombre que ha conocido personas de muchos lugares tiene mucha ventaja respecto del que no se ha movido de su lugar. Pero también esto es complejo.
Mira todo de forma diferente, y sabes cómo hacerlo.
Entra en los pueblos, piérdete en ellos, investígalos. Ten el placer de tomarte algo en una plaza o en lo hondo de un bar. Lee el periódico de la zona, hojéalo. Escucha las conversaciones de la región, los problemas, los cotilleos.
Antes del viaje, mentalízate ante la experiencia. El viaje es mucho más que diversión o descanso. Nos transforma por dentro y transforma un poco a los que nos conocen en ruta.
Viajar es algo serio, y hay profesionales del viaje. Hay personas que lo probaron de muy jóvenes y no han podido abandonarlo.
Antes del viaje, siéntate, o túmbate, cierra los ojos, y ponte a imaginar, lo que dejas atrás, lo que tienes por delante…


Eduardo Martínez-Rico

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