martes, 21 de julio de 2009

Cubeiro, el sabio útil

Yo tengo una deuda con Juan Carlos Cubeiro. Una deuda pequeña, fácil de remediar, que estoy cumpliendo ahora. Escribir sobre él en mi blog. Él me ha citado muchas veces, con el mayor cariño y generosidad, en su blog "Hablemos de talento".
Pero no es un mero asunto de “quedar bien” con una persona que te ha apoyado muchas veces, con gestos significativos; quiero ir más allá de eso, porque Juan Carlos y yo, aunque nos veamos poco, somos amigos y yo le considero colega de mi oficio. Él es coach, pero le encanta escribir, libros, artículos, su blog. Es un apasionado del humanismo, del saber, y sin duda tiene el don de la comunicación. No sólo sabe hacer lo que hace –es uno de los coaches más prestigiosos de España-, sino que sabe explicar lo que hace, razonarlo y exponerlo de forma atractiva y amena.
Hace de todo, y muchos se extrañan que lo pueda hacer todo. Yo sé que ama lo que hace, que es muy trabajador y se organiza muy bien, pero si no sintiera pasión por lo que hace no lo haría.
Está muy informado, muy al día, me cuenta que disfruta mucho yendo de librerías, lee continuamente.
Uno tiene debilidad por los que creen en él, y Juan Carlos cree en mí desde hace años, cuando había hecho mucho menos. Siempre agradezco mucho a los que confían en mí, y siempre lo haré, pero tiene más mérito el que lo hace con menos elementos de juicio.
Juan Carlos es un experto en talento, pero no es un teorizador del talento –también, aunque menos-; es una persona que vive sobre el terreno del talento, y estoy seguro de que sabe desarrollarlo, sacarlo adelante, crear el medio más adecuado para que crezca. La verdad es que no sé cómo es como coach. Lo he entrevistado varias veces, le he leído y he participado en algún acto que ha organizado. Sé más bien como piensa, su actitud ante la vida y sus ideas claras. Tiene muchos pupilos.
El día que se retire del coaching, probablemente, se dedicará por entero al humanismo, a sus libros, y dirá cosas diferentes sobre temas en los que ahora no se puede parar. Cubeiro es un sabio útil, como algunos griegos antiguos. Él sabe lo que hacer con el saber, cómo buscarle el lado práctico, como enseñarlo al público para que puedan sacar el mejor partido de él.
Yo tengo cuatro amigos que sin quererlo los englobo en un mismo grupo: Enrique Alcat, Juan Carlos Cubeiro, Carmen Giménez-Cuenca y Pilar Jericó, por orden alfabético, porque todos se mueven más o menos en el mismo campo.
Gracias a ellos, a los que hacen coaching y hablan sobre él, tengo la mejor valoración sobre ese “arte”, como dice Juan Carlos. A mí el coaching me quitó algunos prejuicios, me centró y me ayudó a moverme mejor en la sociedad y en el trabajo. Eso es mérito de Carmen Giménez-Cuenca, que fue mi coach.
La sociedad y el trabajo… La sociedad tiene muchos defectos, como yo mismo, pero no se me olvidan los cantos que hace Marco Aurelio a la sociedad. Primero vamos los individuos, luego la sociedad, y luego la Naturaleza, o mejor al revés, según para qué. Para Marco Aurelio, lo que es bueno para la sociedad tiene que ser bueno para nosotros, y lo que es natural, lo que es conforme a la Naturaleza, es también bueno para nosotros.
Juan Carlos Cubeiro siempre concilia el saber práctico con el teórico, y cada uno es un potenciador del otro.


Eduardo Martínez-Rico

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