sábado, 25 de julio de 2009

Brazos abiertos

¿Por qué será que sabes que dentro de poco vas a encontrar una mujer maravillosa, una mujer con la que vivir grandes experiencias y compartirlo todo? Tienes mucha intuición, Ícaro. No siempre aciertas, pero has acertado más veces de las que te has equivocado.
No sé si querer es poder, pero desde luego nos acerca mucho al poder, al hacer. Ahora estás predispuesto, y estás dispuesto a tener tus ojos bien abiertos para lo que pueda venir. Tienes los brazos abiertos a la vida.
Antes no te apetecía, pero ahora sí. No es que no te apeteciera, es que no le dabas tanta importancia. Ya no buscas un encuentro, algo pasajero, una descarga de placer, unos días de acelerón. Ahora buscas eso y algo más.
Tú ves venir las cosas, las sientes, las presientes. Cuando llegan no le das tanto valor ese don, en el supuesto de que lo sea, lo das por sabido, pero a veces se lo tienes que recordar a los que te rodean. Una cosa es creer y otra es ver, y tocar.
No sabes cuánto tardará, si será este verano o habrá que esperar a la vuelta de vacaciones, quizá algo más. Pero no mucho más. No va a tardar.
Y no tienes por qué recordar esto de lo que estamos hablando, Ícaro. No pierdas tu naturalidad, pero muévete seguro por el mundo. Ella aparecerá y te descubrirá ella misma. Ya has tenido muy abiertos los ojos siempre. Ahora tienes que tener abiertos los brazos.
Relájate, disfruta, trabaja, haz con esmero lo que debes hacer, aprende para ahora y para el futuro, no dejes de escribir.
Algún día mirarás estas notas y sonreirás. Reirás, tú que ahora lo haces tan poco. El camino de la sonrisa a la risa te lo dará una mujer.


Eduardo Martínez-Rico

1 comentario:

  1. Querido Ícaro:

    La felicidad no te la da una mujer, ni un amigo, ni nadie. Está en tu interior, dentro de uno mismo, porque depender de algo o alguien es muy traicionero. La persona amada, el amigo o la amiga pueden desilusionarte o evaporarse. La vida es transitoria y todo lo que hay en ella también. Sólo quedas tú, entonces serás libre y podrás volar sin que nada ni nadie te ate, sin que nada ni nadie te hiera. Vuela alto y libre, y se feliz por lo que eres, no por lo que ansias.

    Lorena

    ResponderEliminar