miércoles, 8 de julio de 2009

La guerra de las galaxias, cuento y mito II




Estructuras míticas

Hay dos libros que me gustaría citar y que son importantes para entender mejor La guerra de las galaxias. Uno es El héroe de las mil caras, de Joseph Campbell, un repertorio mítico dilucidador que nos explica a todos los hombres, de todos los tiempos y de todas las culturas. El otro es El viaje del escritor, de Joseph Voegler, que ofrece una estructura narrativa basada en el anterior libro, de gran utilidad para escritores.
Lucas quedó deslumbrado por el primero de estos libros; lo leyó en el hospital en el que se recuperaba de un grave accidente de coche, y le cambió la vida. En él esta la raíz, el germen, el núcleo de todas las grandes historias.
Gracias a ese libro y al estudio de materias como Antropología, Mitología e Historia –el director es un gran amante de la Historia-, Lucas se dio cuenta de que había perdido el tiempo, dejó su pasión por ser piloto de coches de carreras y se dedicó al cine, para contar historias que se basaban directamente en esas materias. Esas “asignaturas” son fuente de la literatura, sobre todo del pasado, pero el pasado vuelve de muchas formas, como demuestra Lucas en Star Wars.
El libro de Voegler, El viaje del escritor, desarrolla la idea de un relato en el que un héroe recibe una llamada, “la llamada de la aventura”, que le lleva a realizar su trayectoria heroica en la que se verá fuertemente enriquecido, logrando un objeto mágico, un tesoro o un bien para la comunidad, tras el cual retornará a su grupo contando su experiencia y enseñanzas.
Este esquema vale para Star Wars o Indiana Jones, las dos grandes creaciones de Lucas, y para muchas otras historias. El esquema, que es recomendable interiorizar y olvidar, nos puede servir para los cuentos que contamos a nuestros hijos, y para las novelas que esperamos colocar en las librerías.


La ciencia-ficción, ¿un envoltorio?

La ciencia-ficción es un envoltorio, sí, pero algo más que eso, siendo eso mucho. Lucas quería crear una épica moderna, y se da cuenta de que la épica de los norteamericanos era el western. El western sucede siempre en la frontera; la épica sucede siempre en la frontera, como nuestros poemas épicos (el Cantar de mío Cid sin ir más lejos). Lucas vio que en nuestra época, con todos los lugares conquistados, la frontera estaba en el espacio. Estaba muy reciente la llegada, o hipotética llegada del hombre a la Luna. Entonces acudió a la ciencia-ficción, donde el espacio es una de las marcas de género. Pero a esto hay que unir el hecho, de que La guerra de las galaxias sucedió “hace mucho tiempo…”, en ese pasado atemporal. Ésta es una de las grandes originalidades de La guerra de las galaxias. Pero ¿cuáles son las características de un relato de ciencia-ficción? Es tema para otro debate, libro o artículo.
Para terminar este breve repaso sobre “La guerra de las galaxias, cuento y mito” me gustaría hablar un poco de la personalidad de Lucas y sobre el fenómeno de contar y escuchar historias.
A Lucas le interesa mucho, como a Spielberg, los resortes que mueven las fantasías y al espectador. Ambos confían mucho en la capacidad de las historias que les fascinaron de niños para hechizar al espectador moderno. En el fondo, es un legado también atemporal. Titulé mi libro sobre Star Wars La guerra de las galaxias, el mito renovado, porque eso fue lo que le dijo a Lucas Joseph Campbell sobre la primera película: “Es el mito renovado”.
La guerra de las galaxias e Indiana Jones son la revisión de las historias televisivas y cinematográficas, con un fuerte origen en la literatura y en lo oral, que apasionaban a Lucas y Spielberg de niños. Seriales de acción, cómics llevados a la pantalla, con héroes y villanos y mujeres hermosas, space-operas como Flash Gordon o Buck Rogers… Y no olvidemos que Lucas, antes de concebir La guerra de las galaxias, quería hacer una nueva versión de Flash Gordon, pero tuvo problemas con los derechos y no lo hizo. Saltó de un proyecto de pura versión a algo nuevo y enormemente creativo.

Eduardo Martínez-Rico

No hay comentarios:

Publicar un comentario