sábado, 18 de julio de 2009

La fiesta

Ícaro, no seas tan nostálgico y poético. Piensa más en el futuro que en el pasado, sobre todo en materia de mujeres. ¿Qué es eso de que te dejen tanta huella? Estás unos días con una mujer, o un simple día, una solitaria noche, y ya la recuerdas a perpetuidad. Sí, eso es muy literario, y le puedes sacar provecho escribiendo, pero es muy poco práctico.
Debes pensar en el futuro, y mucho más en el presente. Sal, déjate ver, muévete. Ésa es la mejor receta, y deja de vivir en el pasado y del pasado. Deja de jugar en tu imaginación con lo que ya pasó. Si necesitas historias, escríbelas, pero luego olvídalas.
En el tema de las mujeres lo mejor es la realidad, lo que se está moviendo en este instante. Disfruta con ello, no sufras. Hace años hacías lo mismo, pero al revés. No te duraban más que unos días, y pasabas de una a otra con una facilidad asombrosa. Ninguna te llenaba, ninguna te apasionaba; sólo te interesaba la siguiente. Ahora todo ha cambiado.
Céntrate en el término medio. Estás en una edad maravillosa para vivir lo que ya no vivirás nunca. Esto sí que te lo digo: que no se te pase este momento.
Lo estás haciendo bien. Trabajas en lo tuyo, en lo que te apasiona, en la razón, esencia y destino de tu vida, y pescas lo que puedes. Pero has de abrirte más. Tienes que conciliar las dos cosas, unir los dos destinos y dedicarle más tiempo a este tema. Así dejarás de vivir del pasado, aunque sea reciente, para bajar al presente e invertir en el futuro.
Me acuerdo que decías que en cuestión de mujeres había que ser un profesional, que ésa era la única manera, y que tú lo eras. Quítate la frialdad del profesional, pero no seas ingenuo tampoco y muévete, trabaja también ese huerto. Confía menos en la suerte que en tu capacidad, que la tienes, y muy grande.
Mira, Ícaro, ya eres muy mayor para que te aconseje en estos temas, pero déjate vivir, libérate, abre más los ojos y muestra una preocupación despreocupada por esto.
No busques una novia, que ya tienes a Sabiduría, y la otra llegará cuando le dé la gana. Busca todo, lo que sea, y lo encontrarás todo. No trates de engañar a ninguna, muéstrate como eres, que ya es bastante, y lánzate con un triple salto mortal. Sin alzar una palabra más alta que otra, sin sacar pecho ni ponerte de puntillas. Tienes suerte que la naturaleza te ha dotado bien, mucho mejor que a mí. Las mujeres se fijan en los hombres como tú, por lo menos de entrada. Sujeta tu boca y tu filosofía, salvo en las que se muevan en tu mundo. A las otras muéstrales tu lado más convencional, al principio, poco a poco, y luego ve pisando el acelerador.
Pero qué digo, de esto sabes mucho más que yo. Respira en el presente, respíralas. Ahora. Ya.
Deja un poco tu bolígrafo y tu libreta. Olvídate un momento. Muévete por la fiesta, Ícaro.


Eduardo Martínez-Rico

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